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Más allá del coaching


Este artículo pretende ser una reflexión de este nuevo ámbito de desarrollo profesional llamado coaching.

En este momento, la fuerte demanda en este campo ha desarrollado que cada vez sea más necesaria unos criterios para su acreditación como una subdisciplina dentro de la psicología: Coaching Psychology.

Vamos a ver cuál es la definición y los puntos básicos del Coaching que proponen las asociaciones e instituciones internacionales y la comparación con los presupuestos básicos de la Terapia Racional Emotiva Conductual.

La Intenational Coach Federation (ICF) define coaching como: “La relación profesional continuada que ayuda a obtener resultados extraordinarios en la vida, profesión, empresas o negocios de las personas. Mediante el proceso de coaching, el cliente profundiza en su conocimiento, aumenta su rendimiento y mejora su calidad de vida”.

A mi modo de entender, la definición del coaching, no difiere de otros modelos de intervención psicológica existentes desde hace décadas, como puede ser la orientación cognitivo-conductual, humanista y la psicología positiva. No obstante, la Terapia Racional Emotiva Conductual ofrece un modelo más amplio de intervención y puede aportar más cosas a esta subdisciplina emergente.

En este sentido, la Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC), como en el coaching, está orientada al problema-objetivo. Está diseñada para ayudar a las personas a conseguir sus objetivos y metas personales, minimizando sus trastornos emocionales y conductas derrotistas, y fomentando actitudes y valores que permitan a la persona realizarse a sí mismos y tener una existencia más feliz y gratificante.

Diversas investigaciones demuestran que el coaching tiene una visión demasiado optimista y sesgada del ser humano, como otras orientaciones terapéuticas, ya que se enfocan principalmente en los recursos y talentos que tiene el cliente para solucionar sus problemas y conseguir sus objetivos. La TREC, en cambio, concibe al ser humano en su totalidad, de forma humanística y realista: con un potencial a ser constructivos, pero también con un potencial a ser destructivos a la vez. Por tanto, se trata de un modelo de coaching más completo, ya que contempla y atiende no solamente a la parte constructiva sino también a la parte destructiva, y le ayuda a aceptarse incondicionalmente aunque no consiga sus objetivos.

En las sesiones de coaching, los coaches (personas o facilitadores que guían el proceso de coaching) utilizan una amplia gama de aproximaciones teóricas: cognitivas, conductuales, psicodinámicas, centradas en la solución de problemas.

La TREC es en esencia multimodal. Aunque enfatiza que el cambio profundo viene dado en el sistema de creencias de las persona, utiliza una amplia variedad de técnicas y recursos cognitivos, emocionales y conductuales para facilitar este cambio. No se trata de racionalizar, sino también de sentir y actuar en consecuencia.

Los coaches utilizan una metodología basada en preguntas, para ayudar al logro de las metas profesionales y vitales de las personas, bajo la premisa implícita de que el cliente (coachee) posee en su interior las respuestas y los medios para desarrollar las capacidades que le permitirán alcanzar estos objetivos.

En cambio, el método que utiliza la TREC es activo-directivo, ayudando al cliente a que resuelva por sí mismo sus problemas. Una de las técnicas elegantes de la TREC es el debate socrático o la mayéutica socrática, que consiste en preguntar para hacer consciente a la persona de sus creencias irracionales y encontrar nuevas creencias racionales alternativas que le ayudarán a sentirse mejor, estar mejor y conseguir mejores resultados en sus vidas.

¿Qué añade la TREC en el coaching?

La TREC añade a la subdisciplina del coaching distintos puntos relevantes para sus objetivos (*):

a) La distinción entre exigencias versus preferencias

b) La distinción entre Autoaceptación Incondicional versus Autoestima.

c) La utilización correcta y precisa del verbo SER, sin generalizar.

d) Valores y Actitudes Racionales, como son:

  • Autointerés

  • Interés Social

  • Auto-Dirección

  • Aceptar la Frustración

  • Flexibilidad

  • Aceptar la Incertidumbre

  • Compromiso en Proyectos Creativos

  • Pensamiento Científico

  • Autoaceptación Incondicional

  • Asumir Riesgos

  • Búsqueda del Placer en el sentido ámplio

  • No-Utopismo

  • Auto-Responsabilidad por el propio malestar emocional

  • Uso del Sentido del Humor

Conclusión:

A modo de conclusión, diremos que la TREC y el coaching comparten muchos de sus presupuestos básicos, pero la diferencia fundamental es que la TREC ofrece un modelo mucho más amplio y completo al del coaching, y es esencialmente filosófica.

(*) Para más información sobre la TREC, os invito a leer los artículos que he publicado en mi blog.

Nota: extracto del artículo escrito por Francesc Sorribes, Co-Director del Instituto RET (Bcn)


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